Tiempo de lectura: 6 minutos Si el recién nacido está vomitando, le sale leche por la nariz y no sabe qué hacer, no se preocupe: no está sola. Las regurgitaciones en los recién nacidos son muy frecuentes y, si su bebé vomita después de la lactancia, hay cosas que puede hacer para evitar que esto ocurra en el futuro.
En este artículo analizaremos las razones por las que el bebé regurgita y ofrecemos 4 consejos para que pueda ayudarle a pasar las tomas sin que vomite demasiado:
Si le preocupa que su recién nacido vomite mucha leche o con fuerza, póngase en contacto con su médico o un profesional de salud.
Muchos recién nacidos vomitan después de alimentarse o al eructar, porque su tubo digestivo aún no está completamente desarrollado. Estas son las principales razones por las que los recién nacidos suelen escupir la comida1:
Aunque es perfectamente normal que un bebé en crecimiento vomite leche, hay algunas cosas que debe tener en cuenta para asegurarse de que su pequeño no está escupiendo demasiada comida. Debe consultar a un médico si observa alguno de los siguientes síntomas2:
Si el bebé vomita leche, pero sigue creciendo a un ritmo saludable, puede estar segura de que es muy normal y no hay motivo de preocupación, pero consulte siempre a su médico si tiene dudas o está preocupada. Para mayor tranquilidad, puede leer nuestro artículo sobre el reflujo en los bebés y cómo tratarlo.
Ahora que sabe que regurgitar en pequeñas cantidades es perfectamente normal, probablemente se preguntes si hay algo que pueda hacer para evitarlo. La respuesta es sí: hay algunas cosas que puede hacer para ayudar en esos momentos de desorden y reducir la cantidad de leche que vomita el bebé1:
Además de eructar después de las tomas, puede hacer eructar a su pequeño entre pecho y pecho. Si le da el biberón, eructa cada una o dos onzas. Consejo: Considere la posibilidad de utilizar un biberón anticólicos con ventilación AirFree, equipado con una tetina que se mantiene llena incluso cuando el biberón está en posición horizontal. Esto permitirá al bebé succione en posición vertical, lo que reduce el reflujo, facilita la digestión y hace que la alimentación sea más cómoda para la mamá y el bebé.
Lo que necesitas
De forma parecida a hacer pausas en la toma para que eructe con regularidad, también puede probar reduciendo la cantidad de tomas, pero aumentando la frecuencia de estas.
En lugar de sentar al bebé en una sillita, intente mantenerlo en posición vertical después de las tomas y mientras eructa. Una sillita puede hacer que las regurgitaciones en los recién nacidos sean aún más frecuentes, ya que tienden a sentar al bebé en posición diagonal, lo que ejerce una presión innecesaria sobre su vientre.
Para evitar que su bebé regurgite leche después de una toma, es mejor que evite que rebote, se mueva o juegue activamente hasta que la leche se haya asentado en su pancita.
Mientras intenta encontrar la postura más cómoda para usted y para el bebé, asegúrese de que la cabeza del pequeño se mantiene por encima de sus pies.
Es importante que esté atenta a las señales que indican que el bebé está lleno y que no intente animarlo a que siga tomando más leche, aunque esté tomando el biberón y le sobre un poco.
Algunos signos de que ya está lleno, si no se tienen en cuenta, pueden provocar sobrealimentación y regurgitaciones son los siguientes:
Si su bebé regurgita después de cada toma, puede ser un signo de alergia o de una enfermedad no diagnosticada. Si cree que la dieta está causando una reacción alérgica, hable con su médico para que le aconseje sobre las pruebas y los cambios que pueden realizarse.
Si alguna vez se preguntas ¿por qué regurgita mi bebé?, recuerde que un pequeño vómito es una parte perfectamente natural (y a veces incómoda) de la paternidad. Hay distintos motivos por los que los recién nacidos vomitan después de comer, pero mientras su hijo este contento y crezca a un ritmo saludable, no hay motivo de preocuparse.
Si notas algún otro síntoma o si el recién nacido tiene vómitos en proyectil y no está tomando suficiente leche, no dude en contactar un médico para que le ayude. Si el pediatra le confirma que las regurgitaciones son normales, lo único que tiene que hacer es ponerle un babero, o varios, a la hora de comer.
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