Las barbas se han usado para generar calor e intimidar; pueden representar el cambio social, la religión, la política e incluso la guerra. También pueden hacer que un hombre pase de ser respetable a ser ridículo. La influencia de la barba no tiene límites, por lo que en este Día Mundial de la Barba, te presentamos la historia del vello facial, en homenaje a las barbas y la innovación tecnológica que han inspirado.
En la actualidad, el afeitado apurado se luce por elección: es fresco y acentúa la estructura ósea. Sin embargo, en las décadas de los años treinta y cuarenta, era una práctica casi obligatoria. Durante la Primera Guerra Mundial, los bigotes se dejaron de utilizar y, para la mayoría de los soldados, estaba prohibido dejarse crecer vello facial. Esta tendencia continuó en la década de los cuarenta, cuando el cabello con gel y las caras afeitadas eran la sensación del momento. Cómo se conseguía ese aspecto en esa época: tras decidir que las afeitadoras eléctricas de Estados Unidos se podían mejorar, Philips lanzó Philishave: un innovador sistema giratorio con tres cuchillas que rotaban debajo de un cabezal de afeitado redondo y con ranuras.
El afeitado apurado continuó prevaleciendo en la década de los cincuenta, mientras que los hombres barbudos eran una minoría pequeña con un aspecto bien cuidado. A menos que eligieses usar barba por razones religiosas, cualquier cosa que fuese más grande que una barba de perilla pequeña y arreglada o un bigote delgado quedaba reservado a Papá Noel. El vello facial pulcro siguió siendo la moda de rigor en la década de los sesenta, aunque había unos pocos rebeldes que se oponían a esta tendencia. Cómo se conseguía ese aspecto en esa época: en 1951, el lanzamiento de la PhilipsShave/Norelco Doubleheader, con sus dos cabezales de afeitado, fue un gran avance en el afeitado. La innovación continuó en la década de los sesenta con la introducción del sistema de limpieza de tapa retráctil y el icónico diseño de tres cabezales para el contorno facial de 1966.
A medida que se masificaban las culturas disco y la hippie, también lo hizo la tendencia de tener vello facial. Las patillas, los bigotes y las barbas (y, de hecho, el cabello en general) quedaron al libre albedrío, lo que dio paso a una generación hirsuta de amor libre. Basada en la corriente general que popularizaron grupos como Los Beatles y The Bee Gees, la barba completa e indómita llegó para quedarse. Cómo se conseguía ese aspecto en esa época: bueno, era fácil: para ese efecto hippie, largo y descuidado, las barbas se dejaban como salieran, además de lucir abundantes.
El estilo en la década de los años ochenta era un aspecto más que importante, lo cual trajo consigo un enfoque estilizado para el vello facial: las barbas completas se recortaban impecablemente o se rasuraban para revelar un impresionante bigote. En los años noventa, los empresarios optaron por un aspecto de afeitado apurado, mientras que otros usaban barbas y perillas teñidas, inspirándose en la cultura grunge y en bandas como Nirvana. Cómo se conseguía ese aspecto en esa época: Philips atendió la estética cuidada de comienzos de los noventa con el lanzamiento de la Cool Skin: una afeitadora en seco y húmedo con sistema Reflex Action resistente al agua que podía utilizarse en la ducha.
La historia de las barbas se asemeja al hermano mayor que rompió con todas las reglas, por lo que actualmente casi todo vale. ¿Cuál es la mejor parte de esto? Ahora tienes las herramientas innovadoras para lograr los mejores resultados, con más facilidad que antes.
Ya sea una barba completa bien cuidada, una apariencia de afeitado apurado o un bigote con un estilo intachable, utiliza la aplicación de aseo facial de Philips para toda la inspiración que necesitas para el estilo de barba moderna. Seguro recibirás la aprobación de tu estilo de vello facial, especialmente en el Día Mundial de la Barba.
You are about to visit a Philips global content page
Continue