La Association for the Advancement of Medical Instrumentation (AAMI)[1] ha sintetizado el conocimiento, la experiencia y los consejos de profesionales experimentados en un kit de herramientas para ayudar a los hospitales a cumplir los objetivos de seguridad en lo referente a las alarmas clínicas. Su compendio sobre la gestión de alarmas clínicas ofrece consejos específicos y define prácticas utilizadas por centros líderes, cada una con diferentes desafíos, objetivos y culturas institucionales.
Aquí puede encontrar un resumen de las 10 ideas del compendio para una gestión de alarmas más segura1.
La motivación compartida convence a los demás de la necesidad de un cambio en el sistema. Para ello, es importante conseguir que los directivos se comprometan a abordar los desafíos, riesgos y oportunidades en lo referente a la gestión de alarmas.
Contar con un espectro amplio de expertos es vital, para ello, debe reunir a un equipo multidisciplinar para encabezar la acción y alcanzar un consenso.
Normalmente es necesario investigar para identificar el alcance total de los desafíos en la gestión de alarmas y desarrollar mejoras en el sistema. Para ello, hay que recopilar datos e información y estar preparado para sorprenderse.
Con el fin de concentrarse en los puntos débiles sobre la seguridad del paciente a tratar, hay que utilizar los datos de las iniciativas ya recopiladas. A continuación, enumere las actuaciones objetivo para lograr la mayor repercusión.
Para implementar cambios en todo el sistema, debe oficializar sus objetivos y actividades, y compartirlos con la dirección del centro para obtener aprobación y financiación.
Provisto con los datos y la aprobación del centro, se desarrolla un proyecto piloto que se convierta en un modelo para una implementación a mayor escala, mediante la introducción de pequeños cambios con una actitud de mejora continua.
Con el fin de que la siguiente ronda de cambios se desarrolle sin problemas, debe conocer y aprender de los proyectos piloto y así evitar gastos innecesarios. Para ello, debe recopilar comentarios, comunicar sus hallazgos y compartir la información.
Es preciso establecer una política de gestión de alarmas global con procedimientos específicos para los dispositivos, teniendo presente que las políticas y los procedimientos deben reflejar distintas soluciones para las diferentes unidades.
Es importante formar al personal antes, durante y después de poner en marcha los proyectos piloto y las implementaciones a mayor escala. Debe asegurarse que entienden la razón de estos cambios y cómo les beneficiarán a ellos y a sus pacientes.
El objetivo es aspirar a que la gestión de alarmas sea una tarea habitual en su hospital o sistema sanitario. Trabaje para fomentar la responsabilidad en el ámbito de la unidad y seguir mejorando.
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Notas al pie: [1] La AAMI es una organización estadounidense sin ánimo de lucro que desarrolla estándares sobre seguridad, rendimiento y comerciabilidad de dispositivos médicos, y tiene gran influencia en las políticas normativas y las reformas de la sanidad.
[2] AAMI. “Alarm Management Compendium”, accessed 2017, http://s3.amazonaws.com/rdcms-aami/files/production/public/FileDownloads/HTSI/Alarms/Alarm_Compendium_2015.pdf
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